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sábado, 25 de agosto de 2012

¿POR AMOR AL ESTUDIO... O POR OTRO AMOR?


Se sonríen los chicos cuando, al pasar por los puestos, les solicito el pago de las fotocopias diciéndoles, en tono amable y burlesco: 
“Sólo cien pesos, por amor al estudio”. 
Y esa frase “por amor al estudio”, ya ocupa un pequeño y simpático rincón en su mente; pero, en realidad ese gusto íntimo por aprender ("estudiofilia") debería ser la razón más noble para justificar el calentamiento de un pupitre en un salón de clase. *Claro que de paso justificaría cualquier otro amor.

Es forzoso reconocer que la educación no sólo es formar en un solo amor. La vida en realidad nos plantea amores. La ciencia consiste en asignarles tiempos, momentos y prioridades. No deberían reñir todos los amores. Deberían estar de acuerdo. Estar conformes. Vivir en paz. Incluso deberían ayudarse y motivarse mutuamente.

Cuando existían colegios no integrados, sino solamente de mujeres o de hombres, algunos insistían en que así se lograban los mejores resultados. Nada de distracciones. Nada de problemas embarazosos. Todo el tiempo, la energía y el interés para el estudio. Cuando llegó la moda de mezclar chicos y chicas, los promotores de la idea apoyaban el libre desarrollo de la personalidad, la validez de desarrollar el contacto necesario y sano con los miembros del sexo opuesto. Ambos grupos estaban en lo cierto.

Pero entonces, siempre se daban ciertos problemas. Uno de ellos era el de las distracciones crónicas ocasionadas por los enamoramientos. De todos es conocido el problema no de la distracción dispersa de los estudiantes, sino de la atención muy concentrada no precisamente en los temas de la clase, sino en el chico tal o la chica tal. 
Lógicamente los que salen perjudicados cuando te consagras solamente a un corazón, es el aprendizaje de las lecciones, el cumplimiento de las labores escolares, la aceptación de los horarios e incluso la permanencia en las aulas de clase, ––en una palabra––, sale perjudicado el rendimiento académico  (Claro que a veces es la chica quien sale más “perjudicada”: aumenta de peso o se baja de peso, o se debilita mucho. Y tiene que ir a recuperarse en la casa.)

Yo creo que forma parte de la educación saber apreciar, saber respetar y orientar los sentimientos de amor y amistad de los jóvenes. No soy amoroso de llenar de cláusulas restrictivas en el pacto de convivencia a las parejas de estudiantes. (“No se permiten las manifestaciones excesivas de afecto en el colegio” decía alguna cláusula de un manual de convivencia.) Soy más bien partidario de la “legalización de los amores estudiantiles en los colegios” . Es preferible que las parejas de chicos que se gustan, se tomen de la mano y se sienten en las gradas delante de todos a darse un beso platónico, en lugar de que busquen escondites donde es placenteramente fácil caer en tentaciones. Pero el punto de este artículo, que ya casi se me escapa de control, es el de definir la prioridad de los amores juveniles en el colegio.

 En la gráfica de arriba, el chico al parecer ha elegido  incorrectamente una prioridad. Le brotan corazones de la cabeza, no precisamente por la tarea que le asignaron, sino más bien quiere estudiar de cerca los poros de la chica, o para que el tema sea más completo, su cautivante anatomía.Lógicamente ella con semejante acoso visual, respiratorio, magnético, es incapaz de concentrarse. “El amor por el estudio” entonces brilla por su ausencia...

No es grave que a los corazones se les permita excursionar por los apasionantes senderos de los amores humanos- Es, por el contrario, bueno, bonito y hasta barato que se autorice y promueva la práctica de los sentimientos honestos de las parejas, (pero, sin olvidar, que en ciertos escenarios iniciales de la vida hay ciertos amores prioritarios, como en el espacio del colegio, por ejemplo, el "amor por el estudio”. Primero ese, con fidelidad e intensidad. Y,  después, ya veremos. 

viernes, 24 de agosto de 2012

OBSERVADOR 19 Versión Total en:

https://sites.google.com/site/interlebobservador/

Para que no te pierdas la última edición del 

periódico que tanto ha significado para ti 

jueves, 23 de agosto de 2012

EN PROCESO OBSERVADOR 20

InterLeb Prensa 

tiene el gusto de presentarles la portada de la nueva edición del OBSERVADOR 20,

el cual estará circulando la próxima semana 

lunes, 20 de agosto de 2012

EL FASCINANTE MUNDO DE LAS POSIBILIDADES


 Por Lebb
Para los creadores de los conocidos filmes del “Efecto mariposa”, “Babel”, “La máquina del tiempo”, entre otros, cada vez que los seres humanos actúan o dejan de actuar se desencadenan unos efectos inevitables en sus destinos. Para unos las posibilidades aunque son muchas siempre te conducirán a resultados inesperados e incluso catastróficos. En la “Máquina del tiempo” el protagonista podrá retroceder en el tiempo cuantas veces quiera pero siempre en todos los finales tendrá que sentarse a llorar la fatalidad de la muerte de quien ama. Sus maneras de morir sería lo único que podría alterar, como prueba de un determinismo del pasado sobre el futuro y del verdadero presente sobre lo porvenir.
No hay que pretender entonces volver al pasado para deshacer una muerte, o regresar calendarios para recomponer acontecimientos del presente, como en las películas.
Lo único que importa ahora es el mundo de las posibilidades mientras la vida para nosotros sea una realidad y el tiempo exista, mientras tengamos la pelota en la mano y
estemos con alientos para echarla a rodar. Se trata pues de aguardar realidades futuras impredecibles pero seguramente satisfactorias siempre y cuando ahora ejercitemos la teoría de las posibilidades de acción y protagonismo. Clara posición de actuar en vez de quedarnos en la inercia, de intervenir en lugar de ser cómplices de omisión. No dejar para un mañana abstracto lo que puedas concretamente hacer hoy.


Efecto mariposa

De lo contrario, una especie de remordimiento tóxico nos enfermaría en el futuro más que al protagonista Evan del Efecto mariposa, por cuanto todo tiene que ver con todo y somos de algún modo interdependientes. Por eso cada individuo es un eslabón de la inmensa corriente de energía y de vida y cuenta mucho. Tiene un amplio poder de elegir posibilidades de acción, según su entender, su voluntad, su responsabilidad, y desencadenar, así sea a partir de pequeñas modificaciones de su entorno, o de ajustes en su conducta, grandes modificaciones del mundo que le corresponde. Como no hay posibilidad (en las películas sí y, sin embargo, los fracasos son frecuentes.) de alterar el pasado para cambiar el presente, sólo queda la oportunidad de influir positivamente en el presente para que exista un futuro satisfactorio, y es a través de las acciones que puedas hacer ahora, no antes ni después.
El aleteo de una mariposa al cual se refiere el proverbio chino alude a esta versión del efecto, de ahora para el futuro, similar al efecto de la bola de nieve o de la gran ola en un estadio de fútbol: basta que algunos comiencen a hacer la ola y, de repente, todo el estadio es contaminado y surge una inconmensurable ola: la fascinante teoría de las posibilidades: un pequeño gesto puede ocasionar grandes transformaciones.
Los Aleteos son las modestas contribuciones que cada uno aporta al bienestar de su sociedad, los pequeños heroísmos en favor de algunos necesitados (el vaso de agua que se le da a un sediento, según el Evangelio), que de pronto trasciende hasta el otro lado del mundo o hasta la eternidad. (Lo que dejó de hacer el rico opulento con el pobre que se moría de hambre a su puerta).

Cadena de favores
 
Definitivamente estamos formando parte de una historia humana de sí se puede. No un mundo de despecho, oscuro, sin luces de cambio. Basta la existencia de ideas fuerza en la mente y en el corazón de quienes almacenan en su interior convicción y entusiasmo y, por lo tanto, son capaces de ponerlas en marcha. (Incluso Stephen Hawking cree en la posibilidad de usar túneles en el espacio-tiempo para poder viajar hasta otros planetas o universos paralelos. Es un científico admirable y fiel partidario del sí se puede.)
Es entonces cuando la progresión geométrica de pagar por adelantado a tres personas desconocidas un favor recibido, puede terminar generando una infinita cadena de salvación para un resto de humanidad. Y esa posibilidad de cambiar vidas y de perfeccionar el mundo la selecciona y aplica un niño (el mejor candidato para el Reino de los Cielos) entre muchas otras posibilidades que algunos escogen pero que nadie lleva a la práctica.



viernes, 3 de agosto de 2012

Inventan dispositivo para silenciar charlatanes


Sus diseñadores proponen que se use en bibliotecas, salones de clase y oficinas

De Internet, versión Lebb, para el Observador 19 

 Científicos japoneses dicen haber encontrado el remedio para el mal de la parlanchinería y de la cantaleta. Su Speech Jammer, que así se llama este silenciador del habla (o bloqueador del discurso), causa en los humanos el mismo efecto que el alcohol. Primero hace que la persona confunda las palabras, luego hace que se vaya enredando con ellas, o trabándose, y por último, consigue que el parlero o sea el hablador, opte más bien por cerrar el incansable... ––para mejor decir––, la incansable boca.
Se trata de un aparato provisto con un micrófono sensible y dinámico que transmite las ondas sonoras en una determinada dirección. Se aprieta un botón y la persona que habla oye sus propias palabras 0,2 segundos después de haberlas pronunciado.
Este retraso rompe la retroalimentación normal entre el cerebro y los órganos articulatorios. El alcance del dispositivo es de hasta 34 metros. Sus diseñadores proponen usarlo para mantener silencio en bibliotecas, salas universitarias y oficinas; o donde se requiera cerrar la boca para escuchar con atención a quien realmente está diciendo cosas importantes.
Los inventores, sin duda, han hecho un aporte al valor del silencio receptivo y productivo, para que las ideas entren con paso firme y consciente al cerebro, trabajen ahí despacio y logren salir después con inteligencia y acierto.
Por otra parte, según varios observadores, algunos maridos ya están haciendo cola en los almacenes de Tecnología, para hacerse de primeros al nuevo artículo, porque dizque necesitan con angustia ponerlo a funcionar en sus casas. Falta ver si sus mujeres "cantaletosas" se lo permiten.

"La muerte es tan tirana que..."


 Cuando nos reuníamos en el pasado a intercambiar sanas historias, apuntes o anécdotas jocosas, estábamos perpetuando una tradición ancestral muy valiosa y, de paso estábamos, para no contrariar a la abuela, avanzando hacia el paraíso... 
 Por Lebb (Observador 19)



Cuando nos reuníamos familiarmente en el pasado remoto a intercambiar sanas historias, apuntes o anécdotas jocosas, estábamos perpetuando una tradición ancestral muy valiosa y, de paso estábamos, para no contrariar a la abuela, ganando indulgencias por cuanto sonreir y divertirse a lo bien es una manera cristiana de ir avanzando hacia el paraíso. En aquel tiempo, por ejemplo, al cual nos veníamos refiriendo en la edición anterior, nuestro padre al escuchar mentar la palabra "chistera" de labios de la más respetada oyente, se precipitó hacia un viejo mueble de gaveta y estantes asegurados con vidrios de donde extrajo de uno de ellos un gran libro de pasta irreconocible y edad avanzada, que abrió solemenemente delante de nosotros. Tras una búsqueda paciente en sus páginas, declaró: "Chistera es... ––dijo–– un sombrero, una cesta...No es a lo que se refiere la señora. ––Miró a nuestra madre con sonrisita burlona y  añadió:–– Pero es una palabra castiza y podría como regionalismo referirse a la capacidad típica de una persona de contar chistes a su manera. Es decir, existe y la contempla el diccionario Larousse. Se escribe así y se pronuncia "Larús". ––Simulaba ser un profesor de Idiomas––.
Marbolleán, como solía firmar sus escritos, era afecto a la corrección idiomática y a la bella expresión de las realidades naturales y humanas. De ahí el culto hacia el cortejo, a los poemas y hacia las canciones románticas, que conformaron el repertorio propio de sus serenatas en aquellos tiempos cuando las mujeres eran duras de atrapar y entonces había que llegar a su corazón por las exigentes trochas del verso, de las notas musicales y del verbo conquistador. (Ahora parece que ya no hay "trochas", sino carreteras pavimentadas).
De todo aquel trajinar sentimental  quedó indudablemente su espíritu poético y ensoñador. Y claro, quedó un tiple bueno y sonoro, feliz sobreviviente de tantos años que sí fueron capaces de enterrar sus enamoramientos imposibles y de cremar sus fallidas ilusiones difuntas, mas no su visión de encanto y apego por la vida.  Para nosotros que todavía no éramos víctimas de nostalgias vanas, resultaban estimulantes los momentos cuando él precisamente descolgaba de una puntilla de la pared el memorable instrumento y empezaba a digitar con sus grandes dedos sus finas cuerdas, las cuales, en el acto, sembraban el aire de notas y de rimas.
Entonces podía declarar una sorpresiva pausa y preguntar. por ejemplo:
––¿Se acuerdan de un tal Anselmo? ¿Hombre fatal, obsesionado por la muerte, sin instantes para vivir tranquilo? ––Sí nos acordábamos. Cada vez que tenía que marcharse de viaje, se encaramaba en un montículo a la salida del pueblo y hacía un discurso de despedida, que terminaba así:
––¡Me voy, amigos, adiós... No sé si volveré! ––y remataba con la frase:
––La muerte es tan tirana que no sé si volveré. ––Pero siempre volvía. Y ese era todo el chiste. Siempre volvía. Hubo un día en que no echó el discurso y se fue. En esa vez, sí no volvió.         (Continuará)