La materia gris está compuesta principalmente de cuerpos celulares neuronales encargados de ejecutar casi la totalidad de tus pensamientos conscientes. También te ayudan a sentir el medio ambiente y a coordinar tus movimientos... Si desciende su volumen sabrás a qué te expones
De Internet. Edita Lebb (Del OBSERVADOR 25)
La pornografía convertida en una adicción o dependencia, ––declaran los expertos- produce en los pacientes consecuencias negativas tanto en su vida personal y social, como en su salud física y mental. Inclusive, limita la capacidad de funcionar de modo efectivo en el campo de la misma sexualidad.
En el ámbito personal empuja al individuo a separarse de su grupo y de su entorno; y en el social, lo induce al descuido o a la indiferencia respecto de sus actividades laborales, estudiantiles y grupales, debido a que se crea en él una conducta obsesiva compulsiva hacia el porno que lo manipula y absorbe.
En cuanto a la pérdida de desempeño sexual, la Asociación de Andrología y Medicina Sexual Italiana, comprobó que jóvenes entre 14 y 15 años, adictos a la lujuria visual, por lo general tienden a padecer pérdida de deseo y disfunción eréctil cuando llegan a los 25, fecha fatídica cuando sólo les queda a la mano a estos debiluchos la masturbación y el mero gusto de mirar nada más.
Según esta investigación, ver películas triple X les genera un "cortocircuito" en los canales del placer. El cerebro se acostumbra tanto a la sobreestimulación a través del porno, que la respuesta en la vida real se vuelve lenta y cada vez más difícil.
Pero ahora la cuestión se torna más preocupante. Por primera vez un estudio científico demuestra que, aparte de todos los efectos anteriores, la pornografía también deteriora el cerebro porque reduce la cantidad de materia gris en la cabeza de sus consumidores glotones.
Para realizar este experimento, publicado en la revista de psiquiatría JAMA, investigadores alemanes reclutaron a 64 hombres entre 21 y 45 años, a quienes se les pidió que vieran un promedio de cuatro horas de porno por semana. El objetivo era averiguar el impacto en el cerebro de la estimulación continua del centro del placer mediante la exposición visual de contenidos sexuales explícitos.
Posteriormente, los científicos hicieron resonancia magnética a los cerebros de los hombres, mostrándoles imágenes sexualmente explícitas y otras no sexuales. "Nuestros resultados --escribieron en la revista en mención-- indican que el volumen de la materia gris de la cola derecha del cuerpo estriado es más pequeña, por un mayor uso de la pornografía".
"Hay todavía más, --añadieron los investigadores-- los devotos del porno también mostraron una menor actividad en dos áreas específicas del cuerpo estriado, las cuales están asociadas, una, con los procesos de aprendizaje; y la otra, con el trámite mental de tomar decisiones y de elegir comportamientos adecuados.
"Podemos confirmar –concluyen los observadores- que SÍ existe un vínculo negativo proporcional entre el acto de ver mucha porno y la disminución del volumen de materia gris en el cuerpo estriado derecho del cerebro; pero también "lentitud" en las zonas dedicadas al aprendizaje, a la toma de decisiones y de comportarse bien.
Eso significa finalmente, en resumen, que para tener una vida personal y social satisfactoria, y un cerebro apto para pensar bien, decidir correctamente y ocuparlo en las labores de aprendizaje, desarrollo y crecimiento, urge mantener alejada esa obsesión de la pornografía. De lo contrario, ese gusto adictivo por imágenes y videos obscenos, al igual que cualquier otra droga-adicción, nos puede conducir incluso, en el peor de los casos, a la perversión. Y, de ñapa, podemos llegar a pasar penas y ridiculeces en el futuro con la pareja por tener la etiqueta de impotentes porno-adictos.