La producción artística contribuye al desarrollo feliz de la personalidad, en lo emocional, en lo cognitivo, por cuanto estimula y valora el potencial creativo de los jóvenes
Hoy día los optimistas creen que animar y favorecer el poder creativo de los estudiantes en las instituciones, contribuye significativamente a proporcionarles una educación integral, amena y operativa dentro de la sociedad que necesita, más que de palabras, de acciones positivas y de productividad.
En este sentido, el arte, como recurso para realizarse como persona valiosa para su entorno, convoca a los jóvenes a revelar sus capacidades de imaginación, de expresión oral, de habilidad manual, de nuevas formas para manejar situaciones problemáticas y conflictivas, a tono con las actuales competencias ciudadanas.
El arte es uno de los caminos que lleva al hombre al autoconocimiento y al desarrollo personal, pero además puede ayudar a tener buena salud y a mejorar la calidad de vida. Por eso algunos profesionales han decidido crear técnicas que junto al arte eleven el potencial de cada persona.
Es tan bueno que algunos especialistas lo utilizan como terapia, fundiendo conocimientos, práctica del arte y psicología. En el momento ––explican––en el que la persona proyecta sus ideas o pensamientos internos en formas artísticas, el experto puede aprender a leer las claves simbólicas del subconsciente y ayudar al paciente a desarrollar todo su potencial, siendo creativo y espontáneo. A través del arte manual el paciente libera sus tensiones y encuentra alivio a sus afecciones físicas, mentales, espirituales y emocionales.
Algunas ventajas de esta terapia es que al usar el proceso creativo como puente de comunicación, se genera un espacio libre de juicios estéticos, en el que la persona participa activamente manipulando y transformando materiales artísticos. Cuando el alumno va terminando de manera exitosa su trabajo, su autoestima crece, su motivación aumenta y empieza a hacer del arte un nuevo proyecto de vida.
Pero para todos nosotros el arte tiene una función práctica: Es un medio de interpretar la realidad y de actuar sobre ella. Y sirve también como vehículo de expresión de ideas, conceptos y valores, en sintonía con la época en la cual nos corresponde vivir. Pero también tiene una función Ideológica: Podemos transmitir creativa y placenteramente valores ideológicos, políticos, económicos, religiosos, de forma explícita o enmascarada. Y también tiene uso estético: Para expresar y ponderar la belleza y el amor que nos rodea y sentimos en el alma. En resumidas cuentas: Sirve para ser feliz.
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